Hoy el gran tema de conversación, allá donde vayas, es la Inteligencia Artificial. No sin razón, en poco tiempo muchos acabarán, si no lo están ya, aburridos de leerlo y escucharlo en todas partes.
Con todas partes me refiero a los debates públicos, en su lugar de trabajo, en los productos (hoy hasta los auriculares son inteligentes…), en la educación y como no, en el mundo de la inversión.
Siendo la IA un tema omnipresente, si te planteas invertir en tecnológicas, hay que seleccionar muy bien qué empresas están realmente bien posicionadas para impulsar este nuevo sector.
En mi opinión, el desarrollo tecnológico es la ventaja competitiva definitiva a la hora de invertir. Hablar de tecnológicas como un sector (estilo Morningstar) puede llevar a error, todo es tecnología, las primeras imprentas supusieron una disrupción sin precedentes en la expansión del conocimiento antes controlado por una minoría religiosa o estratos de la nobleza, la liofilización de muestras en la industria alimentaria es tecnología, el auge de la construcción se basó en tecnología, etc.
Cuando una tecnología se comoditiza, entran en juego otras ventajas como personal muy especializado y conocimientos del sector, efecto red, mejor estructura de costes, mejor red comercial, innovación y el largo etcétera de ventajas que solemos buscar los inversores B&H en empresas maduras o en declive.
La tecnología y la innovación necesaria para hacerla evolucionar es, sigue siendo, sin embargo, uno de los aspectos principales a la hora de invertir y hay que llevar cuidado con infravalorarla, incluso Buffet el antitecnológicas por excelencia, tiene Apple hoy como su mayor posición.
La cuestión es que la IA está siendo una revolución parecida a internet, pero multiplicada n veces. El motivo es que va a permitir expandir exponencialmente la capacidad de procesamiento, de pensamiento, que hasta ahora estaba limitada al número de seres humanos. Este desarrollo tecnológico va acompañado de otros desarrollos como el almacenamiento en la nube (el cloud computing) y el big data.
En paralelo, la enorme demanda energética de la IA será viable gracias a un descenso continuado futuro del precio de la energía, gracias a otras tecnologías que permitirán desplegar energías renovables a gran escala.
La aplicación de la inteligencia artificial, hoy muy restringida al mundo virtual, llegará al mundo físico, entre otros canales, con los robots humanoides. Los androides permitirán multiplicar el factor trabajo de igual forma que la capacidad de procesamiento y, en ese punto, entraremos en una era de superabundancia difícil de imaginar sin recurrir a la ciencia ficción.
Entiendo toda suspicacia y sano escepticismo al respecto de las frases anteriores. Si miramos atrás solo 20-30 años, nadie hubiera imaginado cómo sería el mundo hoy gracias (o a causa de) los smartphones, imaginad cómo será cuando lleguen los androides.
Tesla
Poco esperaba cuando empecé a investigar y a invertir en Tesla, que mi apuesta por un futuro basado en energías sostenibles, liderado por el vehículo eléctrico y los sistemas de almacenamiento de energía, así como una posible conducción autónoma, acabaría convirtiéndose en una apuesta por el desarrollo del trabajo no humano, la mayor oportunidad de negocio de la historia.
Desde que Tesla, en agosto de 2021, anunció que iba a desarrollar un bot humanoide «Optimus«, aprovechando su infraestructura y conocimientos en su sistema de conducción autónoma (FSD), desde ese momento cientos de start ups han iniciado o propulsado una nueva carrera espacial en el desarrollo de androides.
Hoy, diversos avances tecnológicos van a permitir un robot realmente útil e inteligente (de forma progresiva a medida que entrenen las neural nets que lo gobiernen) y ,como de costumbre, cientos de empresas van a tratar de llegar las primeras. Pero fabricar millones de robots no es una tarea menor y creo que Tesla, tras demostrar ser capaz de fabricar vehículos a gran escala, uno de los productos más complejos por volumen, nº de piezas y cadena de suministro, está únicamente posicionada para estar entre las más importantes fabricantes de androides.
El capex que está desplegando Tesla es ingente y ya se encuentra entre las empresas con mayor capacidad de procesamiento del mundo, aumentando a doble dígito año tras año.
A ello debemos sumarle que está entre los líderes de venta de sistemas de almacenamiento de energía, así que tiene varios pies en sectores estratégicos para posicionarse de forma única en este sector emergente.
Aquí la última patente de Tesla (04/04/2024) para lograr unas manos robóticas más humanas: UNDERACTUATED HAND WITH CABLE-DRIVEN FINGERS
https://patents.google.com/patent/WO2024073138A1/en?oq=WO2024-073138
Tesla puede estar entre los mayores impulsores y fabricantes de robots humanoides, un nuevo mercado que expandirá las fronteras del trabajo humano, un sector que debería empezar a llamar la atención tanto de inversores como de reguladores, dado que va a cambiar profundamente la sociedad como hoy la entendemos.
Disclaimer – Descargo de responsabilidad:
Las opiniones reflejadas en este artículo no constituyen consejo de inversión o recomendación de compra en ningún caso. Actualmente poseo acciones de la compañía como inversión a largo plazo y existen riesgos asociados que cada persona debe valorar acorde a sus conocimientos y a su específica situación financiera.
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