Libertad Financiera: cómo adelantar la jubilación

Cuando se habla de libertad financiera es común pensar en grandes sumas de dinero solo al alcance de personas con ingresos muy elevados: grandes deportistas, algunos empresarios o en los agraciados con premios en loterías y otros juegos de azar. Sin embargo se habla poco de las personas que viven de sus rentas de forma tranquila, satisfechas con su nivel de vida y que pueden elegir trabajar o no en función de lo interesante que encuentren el proyecto y su remuneración.

¿Te gustaría ganar más dinero y empezar a aumentar tu libertad financiera?

Para empezar a mejorar tu economía e incrementar gradualmente tu libertad de elección hay una serie de pasos que deben darse:

  • REVISA TU CONCEPCIÓN DEL DINERO Y LA RIQUEZA, desde lo más obvio como qué es para ti y que piensas sobre ello, hasta lo más abstracto, unas preguntas para descubrir cómo es tu relación con el dinero y la economía: (*) Si puedes anotar por escrito algunas de las respuestas el ejercicio será mucho más productivo, y podrás revisarlo en unos meses para ver qué ha cambiado.
  • ¿Siempre acabas gastando todo lo que tienes? O por el contrario tienes el hábito de ahorrar incorporado.
  • ¿Tienes ideas para incrementar tu riqueza? si has iniciado algún negocio o actividad profesional por cuenta propia que te permita ganar libertad financiera.
  • Qué cualidades tiene para ti el dinero, ¿tienes algún prejuicio negativo? Si es así trata de revisar el motivo lo más objetivamente posible, disponer de recursos económicos no solo es una ventaja, además suele estar asociado a cualidades positivas: talento, creatividad, capacidad de autosuperación, etc. Evidentemente hay casos de personas que ganan mucho dinero con actividades negativas, en ese caso el prejuicio se tendría hacia la actividad concreta pero frecuentemente se produce el error de trasladar el prejuicio hacia el dinero, cuando lo importante es la intención con la que este se usa.
  • EL FLUJO DEL DINERO: analiza cómo entra el dinero en tu vida, cómo sale y cuánto retienes, ¿aumenta tu riqueza con el paso de los años?, ¿tienes la sensación de no avanzar o de estancamiento? Comprueba el nivel de tus cuentas bancarias y fíjate en su evolución, cuántas fuentes de ingresos tienes y qué seguridad te ofrecen (tipo de contrato de trabajo, si obtienes rentas de algún activo, etc...).
  • FIJAR OBJETIVOS ECONÓMICOS: ¿los tienes? y en caso afirmativo ¿cuáles son los objetivos personales ligados a los mismos? Es buen momento para analizar si esas metas son alcanzables o más bien son un deseo para el que no tienes una ruta definida que te permita materializarlo:
  • Alguien cuya meta sea adquirir una vivienda en propiedad y pagarla en un plazo determinado, primero debe establecer un plan de ahorro realista para dar la entrada y pagar los impuestos o bien dedicar tiempo a rastrear el mercado inmobiliario y el financiero para encontrar un inmueble que le permita comprarlo mediante una hipoteca, sin invertir capital inicial.
  • EL PLAN DE ACCIÓN: establecidos unos objetivos ahora elabora un plan realista que te permita alcanzarlos en diferentes fases, casi nadie pasa de cero a cien en un par de años, en cuanto al dinero se refiere es necesario trabajar en fases a medio plazo para ir construyendo un patrimonio. Cuando una persona recibe una gran suma y no tiene la capacidad y experiencia para gestionarla, hay muchas probabilidades de que acabe mal, incluso esa persona puede acabar siendo más pobre que antes de haber recibido el dinero. Esto le ha sucedido a numerosos deportistas profesionales con grandes patrimonios que no supieron gestionar, los cuales llegaron a acabar en una situación de pobreza real tras haber tenido millones en sus manos.

El concepto de riqueza se asocia habitualmente a un nivel de ingresos muy elevado y a poseer grandes propiedades, el error es asociar en tu mente la libertad financiera a ese cliché. Incorpora una nueva visión en la que es el tiempo y no el dinero el factor determinante para aumentar tu libertad.

Tiempo y Dinero
Tiempo y Dinero
Las variables que determinan tu tiempo disponible son principalmente tu nivel de gastos, los hábitos de consumo y la renta disponible. Alguien que gane un salario muy elevado y dependa del mismo para costear su nivel de vida puede ser esclavo de su trabajo y vivir en una jaula de oro. En cambio otra persona que disponga de rentas y modere sus hábitos de consumo al nivel de sus ingresos procedentes de activos (acciones, inmuebles etc…), es libre de dedicar su tiempo a las actividades con las que verdaderamente se sienta realizada.

La libertad financiera se mide por el tiempo disponible y la capacidad de elección.

Como indicaba en el post 5 Claves para mejorar tu economía en 1 mes es prioritario diseñar un plan de ahorro y de inversión para comprar activos que te generen tus propias rentas pasivas. Cada euro que entra en tu bolsillo de forma recurrente sin necesidad de que intercambies tu tiempo por él está dándote la posibilidad de elegir qué hacer con tu tiempo:

Alguien que obtenga de sus activos unas rentas de 300 € al mes y cuyo nivel de consumo medio sean 50 €/día, tiene 6 días al mes para disponer libremente de su tiempo, lo que significa un 20% de todo su tiempo. Conseguir una entrada de 300€/mes es el equivalente a tener en propiedad dos plazas de garaje (en grandes ciudades), alquilar una habitación en piso compartido, o haber ahorrado e invertido durante unos 5 años el 20-25% de los ingresos.

Hay muchas formas de conseguir rentas pasivas, como en cualquier otro proyecto la clave para conseguirlo es fijarte unos objetivos razonables a medio plazo (3-5 años) y metas intermedias de corto plazo (mes, trimestre, año), en consonancia con los anteriores.

Si tenemos el propósito de adquirir una vivienda y nos decidimos por un piso en una zona céntrica de la ciudad, nuestros ingresos anuales deberán poder generar en 3-5 años un ahorro de 150.000 € aproximadamente (entrada e impuestos de inmueble valorado en 500.000 €), en caso contrario habrá que buscar en otras zonas o desestimar por el momento ese objetivo hasta que se aumenten los ingresos. Cuando sabemos hacia dónde nos dirigimos es mucho más fácil pensar en qué acciones concretas nos ayudarán a completar el camino, el plan debe ser flexible para adaptarse a las circunstancias que siempre son cambiantes.

El motivo por el que es mucho más rentable asociar el concepto de riqueza al tiempo disponible y a la libertad de elección es el siguiente:

Si solo contemplas la riqueza en términos de ingresos la definición de tu objetivo puede ser difusa o desmoralizante, por esta causa mucha gente nunca ha contemplado la posibilidad de ser financieramente independiente.

Frases como “me gustaría tener suficiente dinero para dejar de trabajar” o “ser rico/a para gastar sin mirar el precio”, etc…, son deseos muy legítimos, el problema está cuando provienen de creencias erróneas o limitantes sobre el dinero: no hay una cifra que determine la libertad financiera, en cambio sí hay una concepción de la riqueza y unas acciones determinadas que pueden llevarte a ella.

Conseguir una cifra mágica de dinero que te haga libre de trabajar (200.000 €, 500.000 €, 1.000.000 €, etc.) puede ser un logro demasiado amplio para aplicar acciones eficientes, en cambio conseguir rentas pasivas que aumenten tu tiempo disponible una hora al día o un día a la semana, es un objetivo muy concreto y alcanzable.

PERO… ¿QUIÉN PUEDE AHORRAR CON LOS SALARIOS ACTUALES?

Es cierto que las condiciones laborales y el nivel de vida han empeorado en los últimos años y que el poder adquisitivo ha bajado, sobre las malas épocas es importante tener presente esta frase:

LO ÚNICO PERMANENTE ES EL CAMBIO

Cuando el viento va a nuestro favor caminamos con facilidad pero el viento nunca se mantiene estable, dejará de soplar o cambiará la dirección y lo hará en nuestra contra, la única garantía de tu éxito es tener claros tus objetivos y la voluntad de dirigirte hacia ellos contra viento y marea.

TU PSICOLOGÍA ES MÁS IMPORTANTE QUE TUS CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS

Pueden desarrollarse las características psicológicas que propician el éxito financiero:

La motivación es muy importante porque te encamina hacia algo nuevo, puedes leer este post y tomar la decisión de mejorar tu economía a largo plazo, de ahorrar e invertir, su función es muy importante porque logra que realices un cambio e inicies un camino diferente, pero su efecto dura poco tiempo. La motivación es fugaz y sirve para cambiar el rumbo pero no para mantenerlo.

La voluntad es la capacidad de decidir actuar de forma intencionada, esta característica de la personalidad te da la fuerza para desarrollar una acción enfocada hacia un resultado. Es la voluntad la que te mantiene en el camino, vas a hacer deporte, acabas tus estudios, finalizas el trabajo con el que te habías comprometido, cuando el efecto de la motivación se ha diluido es la fuerza de voluntad tu mejor aliada para conseguir cualquier objetivo.

No hay imposibles
No hay imposibles
Si para ti ahorrar una parte de tus ingresos es un objetivo importante no renunciarás a él salvo situaciones extremas que te obliguen a ello, incluso durante las mismas quizás logres adecuar tus gastos y mantener un ahorro simbólico. Cuando la situación mejore, que lo hará, podrás compensar la época anterior con fuerzas renovadas porque la meta está clara y tu voluntad te ha mantenido en el camino.

Una vez está claro el fondo, para aprender la forma hay disponible gran cantidad de información de calidad para formarse y descubrir maneras de ahorrar y de rentabilizar tu dinero. El uso de internet y las redes sociales suponen un antes y un después para la economía y para la sociedad en general.

Si solo contemplas la independencia financiera como ese estado que se alcanza en la jubilación corres un gran riesgo, el sistema de pensiones está técnicamente quebrado y las propias instituciones lo han reconocido al verse obligadas a modificar los cálculos para poder seguir pagando a futuras generaciones…

Si de cada euro neto que ingresas lograras separar de 25 a 30 céntimos para invertirlos (un ahorro elevado del 25-30% de ingresos) y obtuvieras un 10% de rentabilidad en tus inversiones, en 15 o 20 años aproximadamente podrías vivir de las rentas que generarían esos “céntimos” ahorrados.

Esta afirmación pretende centrar tu atención en 3 aspectos fundamentales para cualquier proyecto de inversión cuyo objetivo sea alcanzar la libertad financiera:

  • El % que ahorras respecto a los ingresos que necesitas para vivir.
  • La rentabilidad que obtienes a ese dinero y al dinero que a su vez este produce.
  • El número de años necesario para que las rentas se igualen a los gastos.

Cuanto mayor sea tu porcentaje de ahorro y más rentabilidad puedas obtener del mismo, más cerca estarás de ser financieramente independiente. Conseguir rentabilidades anualizadas del 10% requiere invertir en activos cuyo valor es variable. Los depósitos y plazos fijos no son una opción para este propósito, únicamente son válidos para el fondo de emergencias el cual debe estar siempre disponible y no debe estar sujeto a cambios.

Como ves toda opción de mejora de tu economía pasa por invertir tu dinero en activos, hacerlo con una estrategia de largo plazo acorde a tus objetivos personales e ir incrementando paulatinamente tu libertad financiera.

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