Hoy la acción de Tesla cierra en su máximo histórico de 1.208$ subiendo un 8,49% diario y más de un 50% el último mes. Asisto desde la barrera a como reacciona el mercado: la compañía tiene un potencial enorme y la presentación de resultados del Q-3 ha hecho despertar a las firmas de inversión que han subido sus precios objetivos: Goldman Sachs (1.125$), Morgan Stanley (1.200$) y otros tantos con un price target superior a 1.000 dólares. El efecto manada se hace muy patente, hay una comunidad de inversores retail en Estados Unidos que llevan varios años invertidos en la compañía los cuales ya anunciaban la oportunidad que constituye esta compañía generacional.
Sobre la acción de Tesla, la inflación y otros activos
Personalmente no esperaba ver estos precios hasta bien entrado el 2022 cuando Berlín y Austin demostraran con resultados la capacidad productiva y los elevados márgenes que Tesla obtendrá en la venta masiva del Model Y, el cual espero sea durante un tiempo el coche más vendido del planeta, hasta la llegada del modelo más económico de 25k.
En mi opinión cada acción de esta compañía es muy preciada y posiblemente los pequeños ahorradores debamos seguir acumulando a estos precios elevados, si bien la verticalidad de la subida en tan pocos días es irracional, como también lo fueron las caídas que durante años provocaron los «mass media» incapaces de reconocer el valor de Tesla, así como los bajistas que atacaron la acción.
Inflación
La impresión masiva de dinero por parte de la Fed y el BCE supone un volcado en el sistema de cantidades enormes de dinero al que se busca dar rentabilidad, sean inmuebles, empresas, etc. En este escenario, no solo las acciones sino también criptoactivos de todo tipo van a seguir experimentando subidas descomunales, unos con fundamento y otros no.
El 40% de todos los dólares creados en Estados Unidos a lo largo de la historia se han generado durante los últimos 15 meses. Buena parte de ese dinero fluye hacia las personas y organizaciones con mayor acceso a capital y en general se empobrece a las personas con menos recursos siguiendo esta cadena de causa-efecto:
1. El gran aumento de masa monetaria hace que cada dólar o euro se deprecie a marchas forzadas, es decir, la inflación real aumenta por la dilución del dinero Fiat y las personas con rentas más bajas deben destinar las ayudas o rentas mínimas que reciben durante la crisis a pagar sus gastos básicos de supervivencia, en lugar de ahorrar e invertir para generar un patrimonio.
2. Quienes sí tienen acceso al capital pueden aprovechar este exceso para seguir invirtiendo en activos que son escasos e incluso apalancarse a tipos de interés muy bajos. Un ejemplo sería el número de viviendas disponibles en una gran ciudad el cual no aumenta en proporción al incremento de masa monetaria, más dinero compitiendo por los mismos activos resulta en aumento de sus precios. Con las acciones, especialmente en Estados Unidos, pasa algo parecido y las empresas que el mercado considere entre las mejores pueden subir mucho más que el resto comparativamente.
3. En consecuencia se concentra el capital y los activos en menos manos.
Lógicamente, quienes tengan acceso al capital buscarán preservarlo de la inflación y la mejor manera de hacerlo es invirtiendo en activos. Las rentas más altas, una vez han cubierto sus gastos, no van a dedicar sus recursos a consumir sino que los invertirán para asegurar su futuro. La educación financiera es una de las claves para revertir este proceso y permitirá a amplias capas de la población iniciar un proyecto de inversión que les permita beneficiarse de las revalorizaciones de los activos más buscados. Los próximos años va a continuar siendo muy importante que las personas se interesen por ahorrar e invertir.
Criptoactivos
En este entorno de elevada competencia por activos escasos, encontramos los criptoactivos que van a formar parte de la nueva economía digital, como Bitcoin y Ethereum por poner dos ejemplos evidentes. Su escasez y su particular diseño pensado para la era de internet los hará tanto o más valiosos que otros activos tradicionales.
Algunos inversores tradicionales como Warren Buffet generalizan y califican a estos nuevos activos como burbuja especulativa sin valor real. Esto se debe, en mi opinión, a que no los han estudiado lo suficiente o a que, a pesar de ello, no entienden las tendencias que están transformando la economía ni en qué invertirán las nuevas generaciones que les van a relevar.
Esto no significa ni que Coca Cola desaparezca ni que dejemos de comprarle jabón a Unilever, ni que todos esos nuevos proyectos tengan éxito… pero muchas personas pasarán por alto esta transformación digital por evitar profundizar en las innovaciones o por aceptar generalizaciones. Los grandes inversores del pasado nos han dejado enseñanzas muy valiosas, una de ellas es invertir solo en aquello que se pueda entender, hoy cada persona puede acceder a multitud de fuentes de información para profundizar y entender tanto los activos como la innovación que van a suponer, el reto está en filtrar las fuentes para aumentar tus probabilidades de éxito.
El reciente anuncio de Facebook que pasará a llamarse Meta (de «Metaverse») es un paso hacia esta nueva economía digital y descentralizada, su estrategia demuestra que la empresa se está posicionando de forma inteligente para la disrupción que están provocando las tecnologías de registro distribuido.
Todo ello será posiblemente el tema de una futura entrada.
Saludos
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